
Es un guanaco protector de las manadas que destaca por ser más grande que los demás. Se dice que este guanaco es el jefe de todos y que aparece en los momentos menos esperados.
Algunas veces el yastay muestra toda su furia a los cazadores apareciendo con una cabeza de demonio y lanzando fuego por la boca. Otras veces su rostro es angelical, y puede llegar a servir de guía cuando detecta la bondad en quienes se acercan pacíficamente a su manada.